Martes, 25 de Julio 17:31
Llevo 2 semanas trabajando, el día 10 de julio comencé. Empecé con unos días de formación, de lunes a miércoles, el jueves viendo a compañeros currar y el viernes ya sola frente al ordenador.
Que diré, que no es el trabajo de mis sueños, yo sigo queriendo ser policía, pero necesitaba un cambio en mi vida, otro verano más solo estudiando no podía ser, estaba agobiada solo de pensarlo.
Ahora entro a trabajar a las 10 y salgo a las 3. Me dan 20 minutos para comer, un poco apurada con lo lenta que soy pero menos da una piedra. Las compañeras son muy majas, y los jefes también. Se me pasan las 5 horas muy rápido, excepto un día que dobló turno y entro a las 10 pero salgo a las 8:30 de la tarde, ese si que se hace largo, sobretodo el espacio de tiempo entre las 16 a las 17:30, esa hora y media es interminable...
Aprovecho mis 40 minutos de viaje en metro para repasar, un tema cada día. Y por la tarde hago el test de ese tema y apunto en mi libreta los fallos y olvidos para en la siguiente vez de repaso no caiga en los mismos errores.
Así que contenta, porque conseguí despejar mi mente de malas experiencias, malos recuerdos, malas sensaciones.
Comencé de nuevo con el entrenamiento físico, empecé con el running. De hecho esta tarde me toca salir a correr y no sé si podré ir, tirada larga para situar las piernas porque el domingo tocó hacer series.
Otra parte de mi entrenamiento físico son las 250 escaleras que me hago cada mañana en el metro cuando voy al trabajo. Se me van a poner las piernas más duras que una piedra.
Así que así estoy, reiniciándome, reinventándome.
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