Durante la semana pasada, ocurrieron infinidad de cosas, pero sólo os contaré lo más importante.
Salió la resolución de la lista de admitidos y excluidos provisionales para la oposición, y ahí estoy en la lista como admitida provisional. Seguramente para antes de que finalice Octubre ya he vuelto a realizar las pruebas físicas.
Sigo con mis estudios, levantándome a la vez que los niños, sobre las 7:45h, aunque a partir de hoy eso cambia a las 6 de la mañana me he propuesto estar ya despierta repasando el temario. Prepararé litros y litros de cafe para mantenerme despierta :-)
Tuve la reunión en el colegio sobre los estudios de mi hijo mayor, Ramón. Nada nuevo, alguna cosa diferente pero en general mantienen las líneas de siempre. Lo importante en esta edad, mi hijo tiene 8 años, creo que es que cojan un buen hábito de estudio y sobretodo vayan contentos al colegio, a disfrutar en el patio.
Y el tema crucial últimamente en mi vida, mi relación con mis amigos. Que decir, creo que cada vez peor, cada vez más deteriorada. Sé que el post pasado parecía más fuerte, pero volvieron a jugármela y de nuevo caí en la tristeza. Que pozo tan profundo. Menos mal que está mi marido, mis hijos, mi familia y mis 2 nuevas estrellas, que aparecieron de la nada y me ayudan mucho.
Pues si, vuelta a la indiferencia, como si ni existiéramos, ni mi marido, ni mis hijos ni yo. Y lo que más me duele es por mis hijos, menos mal que el pequeño de 3 años se entera de poco y el mayor es mucho más listo que yo, hace tiempo que empezó a relacionarse con otros niños de la urbanización, y ahora juega con ellos. Así que en poco les influye que los hijos de mis "amigos" salgan en bici el Domingo sin avisarnos, vayan al parque de enfrente sin decirnos nada, ni siquiera ya se dignen a mandar un mensaje, ya no pido una llamada, para ver cómo nos van las cosas.
Y me duele pensar que durante 7 años he estado pensando que eran como mi familia.
No vale la pena seguir intentándolo. Sólo quiero decirles, y lo haré, que me han causado tanto dolor que han fisurado mi corazón, que su "amistad" ha sido como espadas clavadas en el corazón, que me está costando sacar, pero que conseguiré eliminar. Que he llorado muchas noches por su culpa, por su falta de tacto, por sus desprecios, que para mi la amistad no es eso.
Para mi la amistad va mucho más lejos, es un compromiso que no se rompe con nada, una vez se ha establecido el vínculo. Con el tiempo se hace más fuerte, no se rompe en el más mínima flaqueza. Para mi la amistad es algo tan fuerte que te llena el corazón, no te lo apaga, te eleva al cielo, no te hunde en las profundidades.
Después de una larga charla ayer, he decidido que hoy es el último día, que empiezo a construir el muro desde hoy. Un muro alta, lleno de piedras que no podrán destruir ellos nunca más, que si habrá sitio para otros, pero no para ellos, porque hay acciones en la vida que aunque se perdonen dejan huella en tu mente y en tu corazón que ni con todo el tiempo del mundo se logran curar.
Quiero decirles que si no valoran mi amistad, es porque no se la merecen, que si no me valoran a mi como persona, no merecen ni tan siquiera estas líneas, que no merecen perdida de tiempo pensando en ellos, no merecen nada más que lo que tienen, que ya es suficiente.
Quiero decirles que todas las acciones tienen sus consecuencias, que no se puede vivir pensando que el hacer o no hacer algo no tiene valor, no importa. Para mi lo tiene.
Así que adiós a todos, fue un placer conoceros y valoro el tiempo que pasé junto a vosotros, que vivi muchas cosas bonitas, pero que no puedo seguir así, que me cansé, que la vida es tan corta y tan bonita que no quiero perderla llorando por gente que no me quiere a su lado. Vivi 25 años sin conocerlos, y puedo seguir sin ellos.
Mi camino es muy largo y se acaba de separar lejos de ellos, en dirección opuesta.
Adiós fue un placer.
