En la playa. Jueves 2 de Mayo del 2013

Jueves 2 de Mayo del 2013


Sigo en la playa con mis niños y mi marido.
Así que tengo tiempo para contar algunos cambios importantes desde Octubre.
Mi marido rompió la relación laboral con el socio que tenía, que de muy malas maneras se la jugo.
Pasado ese bache, que nos vino muy bien finalmente porque yo tenía que estudiar cada vez más y el tenía más tiempo para cuidar de los peques.
Vinieron otros baches que finalmente pasamos.

Hace 2 semanas tuve una crisis con mis amigos-vecinos. Tendré que comentar que nos conocemos desde que vivimos en nuestra casa, de eso hace ya 8 años. Nuestros niños se han criado juntos y al principio hacíamos todo juntos. Somos 4 parejas. Ocurrió una tontería pero que me llego al alma.
Soy una persona muy sentimental. Enseguida empatizo con la gente y confio plenamente en ella con tan sólo conocerla de muy poco. Quizá sea uno de mis mayores defectos porque me llevo decepción tras decepción.
Por ello cuando quede con mis amigos a comer en el campo y baje con mis hijos y mi marido y vi que ya habían comido todos, que no nos habían esperado, que ni siquiera me habían llamado para preguntar ¡Me entraron ganas de coger mis bártulos e irme y dejarlos plantados como ellos acababan de hacernos!
Pero soy también muy considerada con la gente, y nos quedamos. Pasamos el día con ellos pero yo no quería hablar, no estaba a gusto.
Al llegar a casa no podía dejar de llorar. Mi marido intentó hacerme razonar pero sentía un gran pesar, una gran tristeza, una gran decepción.
Menos mal que ya había hecho mi examen de test porque pase una semana fatal, triste muy triste.

Pero el tiempo todo lo cura y acepte el concepto que ellos tienen de amistad, que es muy diferente al mío. Estoy aprendiendo a mantener una relación más superficial, menos comprometida.

Así que ahora valoro todavía más si cabe a mi familia y a mis amigos, a mis buenos amigos.

Estoy preparada para comenzar a estudiar y conseguir el sueño que un día tuve y me esta costando cumplir.
Pero lo importante es levantarse después de cada caída, no rendirse jamás.